Este es el relato de mi viaje por Chile en enero de 2010. Siempre había tenido ganas de ir a Chile, si bien mi idea de toda la vida consistía en emplear el tiempo que hiciera falta en recorre el país de norte a sur, desde Atacama hasta Torres del Paine. Puesto que la vida es así, y hay que trabajar, la disponibilidad de tiempo fue limitadísima, 15 días que terminaron siendo 19, por lo que solamente me alejé, en etapas relativamente cortas, unos 1.000 km al sur de Santiago. Por circunstancias de la vida dispongo durante este año de billetes aéreos gratis en Iberia, razón por la cual decidí ir a Chile aun contando con tan poco tiempo. En caso de tener que pagar por los vuelos, 15 días serían muy pocos.
Este blog, aparte de servir como medio para relatar mi viaje en forma de diario, pretende ofrecer datos prácticos para todo aquel que decida hacer una o varias de las etapas de mi viaje. Esos datos prácticos van resaltados en un color diferente al del resto del texto.
Con el fin de evitar demasiadas explicaciones, aderezo el texto con gran profusión de enlaces. Tiro mucho de la Wikipedia, pero es porque soy fan irredento.
También hago muchos comentarios sobre bichos y plantas. Si no eres aficionado, puede que te den la brasa, pero es mi visión personal del viaje y ahí no hay nada que hacer.
A causa de la falta de tiempo seguí fielmente las indicaciones de la Lonely Planet (en adelante “LP”). Me parece una guía suficientemente buena aunque, por supuesto, no lo trae todo.
Me encontré con un país más moderno de lo que esperaba, no muy alejado de la forma y nivel de vida de mi casa, si es que España se puede considerar un país moderno, muy seguro y con gente amabilísima, cuya simpatía me pareció que iba aumentando hacia el sur.
Santiago no me gustó especialmente, ni tampoco, salvo excepciones, las ciudades y pueblos que visité. Pero lo que sí que me impactó fue todo lo demás: bosques, ríos, lagos, montañas, volcanes, playas, marismas… TODO. Es posible que a lo largo del diario abuse un poco del epíteto “acojonante”, pero es que no hay otro mejor para describir los paisajes de Chile.
Aquí van unos datos rápidos:
Bueno, eso, que flipé mucho y que recomiendo visitar y recorrer Chile porque es un país ACOJONANTE.
Este blog, aparte de servir como medio para relatar mi viaje en forma de diario, pretende ofrecer datos prácticos para todo aquel que decida hacer una o varias de las etapas de mi viaje. Esos datos prácticos van resaltados en un color diferente al del resto del texto.
Con el fin de evitar demasiadas explicaciones, aderezo el texto con gran profusión de enlaces. Tiro mucho de la Wikipedia, pero es porque soy fan irredento.
También hago muchos comentarios sobre bichos y plantas. Si no eres aficionado, puede que te den la brasa, pero es mi visión personal del viaje y ahí no hay nada que hacer.
A causa de la falta de tiempo seguí fielmente las indicaciones de la Lonely Planet (en adelante “LP”). Me parece una guía suficientemente buena aunque, por supuesto, no lo trae todo.
Me encontré con un país más moderno de lo que esperaba, no muy alejado de la forma y nivel de vida de mi casa, si es que España se puede considerar un país moderno, muy seguro y con gente amabilísima, cuya simpatía me pareció que iba aumentando hacia el sur.
Santiago no me gustó especialmente, ni tampoco, salvo excepciones, las ciudades y pueblos que visité. Pero lo que sí que me impactó fue todo lo demás: bosques, ríos, lagos, montañas, volcanes, playas, marismas… TODO. Es posible que a lo largo del diario abuse un poco del epíteto “acojonante”, pero es que no hay otro mejor para describir los paisajes de Chile.
Aquí van unos datos rápidos:
- En el momento de mi viaje 1 euro equivalía a 720 pesos chilenos. Pero el peso está subiendo muy rápido.
- El agua del grifo se puede beber en todo el centro y sur del país.
- No hay animales realmente peligrosos, aunque por lo visto hay una araña un poco chunga.
- Los cambios de tiempo pueden ser muy bruscos, peores cuanto más al sur. Aunque vayas en verano, vete preparado para frío y agua.
- Los ostiones son unos bivalvos.
- Me pareció todo muy seguro. En ningún momento del viaje sentí que me estuviera metiendo en barrios chungos, ni vi gente mala que diera miedo.
- Al loro con el marisco y las mareas rojas. Aunque suelen avisar a tiempo, en todas las guías advierte de este riesgo. Yo comí marisco varias veces y no me morí.
- En caso de viajar solo por Chile es muy recomendable hablar español, si bien no es estrictamente necesario, puesto que me encontré con un montón de viajeros que no tenían ni papa y llevaban varios meses recorriendo el continente. Pero hablando el mismo idioma del país le sacas mucho más jugo a la experiencia, sobre todo tratándose de alguien tan preguntón como yo. Aun así, en ciertos casos me resultaba difícil entender el chileno, sobre todo cuando escuchaba conversaciones ajenas, aunque no cuando se dirigían a mí.
Bueno, eso, que flipé mucho y que recomiendo visitar y recorrer Chile porque es un país ACOJONANTE.