RSS FEED

Día 01 - viernes 1/01/2010 - Madrid-Santiago

Me dan plaza en el avión sin ningún problema. Menos mal, porque el avión va bastante lleno. La plaza es en turista y es una pena, porque siempre se me ocurre que quizás me pasen a bisnes, lo que para un viaje así de largo sería cojonudo.
Nos subimos al avión a las 23:45. Es Nochevieja y cuando se acercan las 12 ponen Radio 1 por los altavoces hasta que suenan las campanadas, pero no nos invitan a un benjamín para cada dos ni nada de nada. Iberia, por supuesto.
Al ir a sentarme me da la impresión de que el que está sentado delante de mí es Labra, ex–batería de Kactus Jack, pero como no me dice nada, me convenzo de que no es él, aunque se le parece un huevo. Después de muchas horas decido decirle algo y sí, efectivamente es él: va a impartir un curso de informática en la Universidad Politécnica de Santiago, como lleva haciendo los últimos años por estas fechas.
Durante el vuelo nos reparten unos papeles para firmar declarando que no introducimos alimentos frescos en el país. Después tenemos que entregarlo en la aduana mientras pasan nuestros equipajes por un escáner. Labra lleva vino y turrón y se lo dejan pasar, pero fruta, lácteos sin pasteurizar, embutidos y cosas así están prohibidos. Por lo visto Chile es el único país del mundo sin filoxera y sin alguna plaga más, por lo que están bastante acojonados. Parece ser que las multas por saltarte esto son terribles.
Como a Labra y a su moza les recoge un taxi de la Universidad, me llevan hasta su hotel y desde allí camino una hora hasta el Eco Hostel, un sitio barato que me había recomendado mi tío.
Hace un calor de la virgen (es mediodía). Es Año Nuevo y la ciudad está desierta. Aun así veo que mucha gente se mueve en bicicleta, sobre todo en bicis de doble suspensión cutres, tipo Pryca. Además, en los parques veo muchas parejas morreando en el césped. En el primer cajero que veo compruebo que mi tarjeta del Cajastur funciona y saco dinero. Me cobran una buena comisión, pero no me queda otra.
El Eco Hostel está en un sitio muy céntrico, a 5 minutos del metro Universidad Católica. La noche en habitación comunal de literas cuesta 7.000 $ con desayuno incluido. Además, tiene Internet gratis, aunque el ordenador está muy solicitado. A cada cama le corresponde un armario que se puede cerrar con un candado (si no tienes, te lo venden por 1.000 $), hay dos patios con sombra, una cocina que se puede usar y un personal majísimo. Sólo le veo una pega: que no hay una sala cómoda para pasar tiempos muertos. ¡Pero venden cervezas heladas! Elijo una Escudo que me entra como agua. El sitio tiene muy buena pinta, la verdad.

Pileta no apta para bañarse
Hablando con la gente que hay por ahí conozco a una pareja alemana de unos 50 años, Ralf y Uli, que están en el comienzo de su año sabático viajando por Sudamérica. Qué envidia.

Santiago desde el Cerro de Santa Catalina
Había quedado con Labra en que me mandaba un correo para ver si nos veíamos por la tarde, pero como no recibo nada, me voy con Ralf y Uli a dar un paseo por la zona del Cerro de Santa Catalina. La cima es una amalgama de bloques de basalto que, quizás buscando bien, se podrían escalar. A pesar de ser Año Nuevo, a estas horas ya se ve un montón de gente por los parques (y no morreando).
Acabamos cenando los tres en la zona de Bellavista, que tiene un ambientazo, a pesar de que hoy muchos locales están cerrados. No muy caro y no muy bueno, pero muy agradable en una terraza.

Barrio de Bellavista
Ralf y yo nos pillamos un pequeño pedete con el pisco sour y las cervezas, que completamos con alguna cerveza más en el hostal.

Enlaces:

¡Muerte!

1 comentarios:

labra's blog

Desde luego, Chile es un país al que uno nunca se cansa de visitar. Muy bueno el resumen del viaje.

Un par de comentarios:

- No te hablé cuando te vi, porque tengo una empanada monumental para reconocer caras, y aunque me parecía que eras tú, no estaba seguro. Al final, me prestó mucho encontrarte y charlar. Lástima que luego no hubiésemos coincidido más días.

- La Universidad en la que iba a dar clase es la Universidad Técnica Federico Santa María, es normal que no te acordases porque el nombre es muy largo.

A los que lean este comentario, recomendarles que vayan a Chile, es un país muy seguro en general y merece la pena visitarlo.

Publicar un comentario

Return top