RSS FEED

Día 02 - sábado 2/01/2010 - Santiago

Ayer me quedé sopa leyendo y me levanto a las 8:00 habiendo pasado calor. Como en el hostal son todo guiris, los ruidos empiezan muy temprano. Desayuno en el Eco Hostel bastante rico.
Por alguna extraña razón, después de 13 años sin tomar café, me da por tomarme un tazón con el desayuno. No me entiendo. Está muy rico, pero me da un leve agitón, que me dura hasta media mañana.
Remoloneo un poco por el hostal (internet, Lonely Planet…) y me pongo a pensar hacia dónde voy a ir. Mi plan inicial de ver Atacama y Torres del Paine es, evidentemente, una locura para hacer en 15 días, puesto que los separan 4000 kilómetros, así que tengo que ir a por objetivos más asequibles con menos horas de viaje. Después de leer bastante decido que voy a ir poco a poco hacia el sur, y ya veremos.
Primer destino: Reserva Nacional Altos del Lircay. Ralf y Uli también para allá, hoy mismo, pero se quedarán en Talca una semana, mientras que yo voy directamente al monte. Me despido de ellos, pero tal como parecen ser, es fácil que los vea algún día en Asturias.
Encuentro un folleto en el hostal de un sitio donde alquilan bicis que está relativamente cerca del EcoHostel: La Bicicleta Verde. Las más baratas (12.000 $ por 24 horas) son unos fierros pesados con freno a contrapedal, cestita alante, barra baja, asiento ancho y una sola velocidad. Pero ya tengo bici.

Río Mapocho
Bajo un sol abrasador doy una vuelta por Santiago en busca de una tienda de material de montaña de segunda mano que localicé en el tablón de anuncios del comedor del hostal. No traje funda de vivac ni esterilla y pensaba encontrar algo barato, pero está cerrada, aunque hoy no es festivo. Como está cerca de la Plaza de Brasil, en la calle Huertana 1973, aprovecho para ver la parte oeste de la ciudad, hasta el Parque Quinta Normal, pasando por el Palacio de la Moneda (es curioso verlo en vivo cuando la imagen que tenemos todos del Palacio es echando humo y con Allende con casco y metralleta).
Me entero de que Ricardo Villalobos pincha en un fiestón el día 9, en la antigua estación de trenes de Mapocho. También que al Festival Internacional de Teatro Santiago a Mil vienen Royal de Luxe, los franceses de las marionetas enormes, pero es a final de mes. Cagondiola, con las ganas que tengo de verlos desde hace años.
Leo en la LP sobre los “cafés con piernas”, pero me da bastante nosequé ir a uno, y más aun solo, aunque tengo curiosidad.

Al rico chino
Veo palomas y gorriones iguales que los de Europa, pero los mirlos de ciudad son distintos y no veo ningún córvido. El equivalente a las pegas son los tiuques, unas rapaces pequeñas que caminan por el suelo.
El tabaco se vende en supermercados, quioscos y bares. Pido el más popular y me dan uno que se llama Kent Silver 4, pero no me gusta. No tira un pijo, así que le quito el filtro y ni con esas.
Sigo deambulando con la bici y me encuentro un bar del que habla la LP que se llama La Piojera y me recuerda mucho a La Perla, el que había enfrente del Campoamor, sólo que más grande. Uno de los clientes se parece un montón a Paco Rabal.

Búfalo
Pido un vaso de chicha, que aquí es de uva tinta, y no sé si por el calor, por no haber comido, o por hacer honor al nombre del establecimiento, pero salgo bastante piojo del sitio.
Siguiente parada turística, el Mercado Central. Es el mercado del pescado; mola ver los puestos porque hay cosas muy diferentes; para empezar, los mejillones son tan grandes como un zapato, pero también las almejas y las llámparas son enormes. Los nombres de las cosas no tienen nada que ver con los de Asturias.
En el centro del Mercado hay una plaza petada de restaurantes. Me siento y pido centolla y vino blanco, pero es una puta mierda, con menos sabor que el peor centollo francés de granja. Quizás tenía que haber pedido otras cosas. A ver si tengo más suerte en el sur.

Ufff
Llamo a Nicole, la chilena que vivió en el piso de Borja en Madrid. Compré una tarjeta de 2.000 $, pero llamar es un lío, porque hay que marcar 2 códigos de 10 cifras, pero luego hay que poner un prefijo u otro o ninguno dependiendo de si llamas a un celular, a un fijo local, provincial, nacional… un lío. Como el sitio donde quedamos estaba cerrado y también casi todos los bares de alrededor, nos vamos a la Plaza Ñuñoa, zona de terrazas, ellos en coche y yo en bici. Tomamos unas chelas (cañas) y yo como un completo (perrito caliente con chucrut, y palta –aguacate–). Estoy bastante cansado, así que a la 1:30 me voy en bici al hostal, disfrutando del paseo nocturno en bici. Hoy hice, a lo pijo, 63 km de bici, sólo por ciudad.
Observo que entre las chavalas abunda el sobrepeso, no así en los varones. Las tías, independientemente de la complexión, hacen gala de un busto generosísimo. En general suelen tener una boca muy guapa. A los tíos, en cambio, los veo tirando a feos; además, la mayoría tienen la voz muy chillona. Los tacones finos no triunfan aquí. No se ve casi gente con pintas, pero sí mucho tatuaje, esto último más o menos como en España.

Enlaces:

La quiniela, claro

0 comentarios:

Publicar un comentario

Return top