Chile en quince días

Llego cansadísimo a Santiago. Al bajarnos del autobús le dejo el Voltarén al evangelista porque estuvo quejándose de un dolor en un hombro durante todo el viaje (probablemente causado por la ira divina; por algo pedía perdón ayer). Me lo agradeció encomendándome a Dios, lo cual me dio un poco de repelús.

Me voy directamente al Eco Hostel con la esperanza de que haya sitio. Lo hay. Me echo una siesta, miro el correo, y ando un poco en internet para buscar algún concierto o lo que sea. Descubro que dentro del Festival Internacional de Teatro Santiago a Mil hay conciertos, así que apunto la dirección, me echo una siesta y me voy a alquilar una bici al mismo sitio que a principios de mes: La Bicicleta Verde. Dudo un poco si coger la misma single pesada que la otra vez, pero el resto de las que ofrecen me parecen demasiado caras.

Mi tío me ha mandado un correo diciendo que ha hablado con el comandante del vuelo del día 16, y dice que “hará todo lo posible” por darme un transportín. Bien, así me da tiempo a ver Valparaíso.
Me doy una vuelta larga por la ciudad

y acabo cenando en la confluencia de Tobolaba con Providencia (metro Tobolaba), donde hay unas cuantas terrazas bastante agradables que ya controlaba de la otra vez. Estaba todo petadísimo, pero buscando por calles laterales encontré un sitio más tranquilo. La otra mesa de la terraza está ocupada por un grupo de varones trajeados; sus risas estentóreas y forzadas, así como sus pintas y actitud en general, me recuerdan mogollón a aquella panda de gilipollas que paraban por la Calleja cuando la abrieron Jacobo y Pelayo.

Después de la cena me voy al concierto, que está bastante alejado del centro, aunque dentro de la ciudad. Pero cuando llego al sitio, allí no hay nada. No es que no haya concierto, es que no existe ningún bar ni ninguna sala de conciertos. Cagondiógeno. No debería de haberme fiado del googlemaps. Como no me da tiempo a llegar al concierto y hace una noche buenísima, decido dar un paseo nocturno en bici por Santiago que me presta por la vida. Durante el paseo veo varias cosas:

• Mucha gente en los parques con cochecitos de bebé. Parece que los sacan a estas horas.
• Varios chavales (varones) de 16-18 años, con ropa normal pero con las cejas depiladas y mucho maquillaje. Ya había leído sobre esto, pero aún no había visto a ninguno.
• En las zonas de máquinas de hacer ejercicio que hay en algunos parques (como las que ponen aquí supuestamente para ancianos) se reúnen chorbos cachas con actitud de gimnasio total: toallita en el cuello, guantes, botellas con líquidos de colores…

En el patio del Eco Hostel hay unos alemanes, un portugués y un argentino. Todos muy majos (menos el argentino). Luis, el portugués, conoce Picos de Europa bastante bien. Vuela en parapente y está de paso en Chile desde su viaje por Argentina para coger puntos en las compes de aquí, lo que le sirve para entrar en las categorías superiores de Portugal. Ya sé que soy un tiñosu, pero esto de volar también me da mucha envidia.
Sophie, una alemana que ha estado viviendo los últimos meses en Argentina (lo cual canta mucho en su acento al hablar español), me cuenta que al día siguiente se va hacia el sur porque para hacer la tesina de fin de carrera está haciendo un estudio sobre la emigración alemana en Chile, que es mucha. Concretamente se va a Colonia Dignidad. Como no sé qué es eso, me cuenta una historia acojonante y espeluznante a partes iguales sobre el origen del pueblo: un enfermero Nazi que creó una secta en la Alemania de la postguerra, pero ante las acusaciones de abuso infantil, se trasladó a Chile, vendió armas a Pinochet, colaboró en la tortura y desaparición de izquierdistas, entre otras cosas, aunque básicamente se dedicaba a la búsqueda de niños (de dentro de la secta y de los alrededores) para llevar a cabo sus fechorías. Puesto que el líder imponía un régimen súperautoritario alucinante centrado en él y sólo en él, incluso evitando que la peña se reprodujera, desde su detención en 2005 parece ser que la gente de la colonia está perdidísima/desorientadísima.
Ante la insistencia de todos los presentes, decido que al día siguiente voy a Valparaíso.

Enlaces:

• Documental on-line sobre Colonia Dignidad: http://documentalesatonline.blogspot.com/2008/11/colonia-dignidad2006-documental.html
• Festival Internacional de Teatro Santiago a Mil: http://www.santiagoamil.cl/es/
• La Bibicleta Verde: http://www.labicicletaverde.com/es/