Chile en quince días

Duermo poco y mal y me levanto con resaca. Supongo que habrá sido por la gracia de pimplarnos los pisco-sour. Con todo ese azúcar, ya debería haberlo previsto.

A las 9:30 cojo el bus a Puerto Montt (10.900 $, 5 horas). Se sube un grupo de israelíes que debió estar de farra ayer, porque se quedan todos fritos al instante. Ayer vi por la calle varios grupos de israelíes, o lo que yo creo que son israelíes por el idioma que hablan (porque no tienen nariz grande, ni van frotándose las manos mientras miran revirados). Probablemente sean prejuicios, pero no me gusta nada cómo tratan a los camareros, autobuseros… Supongo que será un rollo cultural.
Yo también dormito durante el trayecto y se me hace bastante corto. En Puerto Montt tengo suerte y enlazo con el bus de Chiloé (5.300 $, 4 horas) en 15 minutos, aunque hubiera agradecido estirar un poco las piernas.
Desde el ferry que cruza a Chiloé (incluido en el billete de autobús, 0:30 horas) veo de todo: leones marinos, delfines, pingüinos, pelícanos, cisnes de cuello negro, 2 especies distintas de cormorán, pardelas, gaviotas, correlimos… todo en media hora.

Menos mal que me bajé del autobús para ver el mar.
El bus es muy incómodo y llego un poco harto, pero el paisaje hasta aquí ha sido espectacular y Castro es un pueblo bien guapo. Todas las casas son de madera y muchas de ellas están recubiertas como de escamas. Las iglesias que he visto durante el viaje también son así. Muy guapo todo.

Me habían dicho que la isla se parecía a Asturias y sí, se parece bastante a La Rasa.
Me dirijo directamente al hostal que mejor pone la LP: Hostal Cordillera, muy cerca de la estación de autobuses (9.000 $, individual, tele, baño compartido, internet).
Me pregunto qué criterio siguen los de la LP, porque en todos los pueblos hay un montón de sitios para alojarse aparte de los que ellos reseñan, y está claro que muchos viajeros no nos comemos la bola y hacemos lo que ellos proponen cuando, buscando un poco, podrías encontrar sitios mejores y/o más baratos. De hecho, en las estaciones de autobús suele haber gente ofreciendo alojamiento muy similar al que aparece en la LP, aunque nunca llegué a aprovecharlo.
Doy una vuelta por el pueblo para localizar los restaurantes porque tengo muchas ganas de comer marisco chilota.
La iglesia de la plaza es muy guapa. Como están en misa, decido verla desde la puerta; por dentro también es toda de madera.
Voy a un bar del que habla bien la LP: el Shawarma. Efectivamente, música buena y tranquilo. Me tomo una Kunstmann sin filtrar, que no está tan rica como esperaba. Al salir del bar me informan de que esa noche hay un concierto de música africana. Por supuesto, pasaré a verlo, aunque suena bastante a rollo pies negros.
Voy al restaurante Sacho y no tienen nada de lo que me apetece (gambas y centollo), así que pregunto lo que significan las cosas de la carta y cuando se va la camarera pregunto a los de la mesa de al lado, unos ingleses, y me decido por unas almejas gratinadas con queso, una especie de cachopo de congrio y un vino blanco que no recuerdo. Unos chilenos de otra mesa me confirman la elección pero me cambian el vino y me dicen que pida papas fritas, que aquí están muy ricas.
Las almejas, con una salsa de coñá, están muy buenas, pero el cachopo de congrio está demasiado recio. Con el postre me traen un chupito de peppermint dentro de un vaso hecho de chocolate. Cojonudo.

Es curioso, desde que llegué a la isla veo mogollón de borrachos, tanto tambaleándose por la calle a cualquier hora del día como tirados por ahí.
Como sospechaba, el concierto es de percusión y bastante simplón. Son unos chorbos de Valparaíso. Acabo hablando y tomando algo con dos chilenas estudiantes de geología, muy majas. Como mañana me levanto a las 8:00 para ir al Parque Nacional, decido que hay que marchar y llego al hostal a las 3:30, aunque me habría quedado un cacho más de buena gana.

Enlaces:

• Hostal Cordillera: http://www.hostalcordillera.cl/
• Cerveza Kunstmann: http://www.cerveza-kunstmann.cl/